Formas de venderse a un seleccionador

Pasarse durante meses, incluso algunas personas durante años, fracasando en cada proceso de selección que ha tenido la oportunidad de ir, es frustrante. Esto nos puede afectar a la manera de enfocar en nuestro discurso que usamos en la entrevista.

Formas de venderse a un seleccionador

© GianlucaCiroTancredi – Fotolia.com

Nos debemos plantear que bien convencemos a quién puede ofrecernos un puesto de trabajo. Es fundamental dominar el discurso del ascensor personal para destacar del resto de los que optan al mismo puesto. Hoy es un arte muy complicado. Sí es difícil captar la atención de un seleccionador en varios minutos, y que los seleccionadores apenas dedican varios segundos en un currículo. Ahora mismo, esa vida laboral antes era indispensable pero ahora no cuenta apenas, pues cada vez menos los seleccionadores atienden solamente a una trayectoria profesional con experiencia y conocimientos.

Realmente ya nunca más tendremos control sobre nuestro proceso de selección y resulta complicado llamar la atención de quienes pueden ofrecer un trabajo, y sobre todo convencerlos de que somos los candidatos ideales, no nos puede extrañar que tras un cierto tiempo largo sin encontrar empleo, después de pasar por cuantiosos procesos de selección e innumerables entrevistas en las que nos rechazan, cada vez nos sintamos más frustrados profesionalmente.

La pregunta es cómo generar la motivación suficiente para volver a levantarnos y hacer que nuestro argumento personal sea creíble, que nos lo creemos nosotros en primer lugar, y podamos convencer al siguiente seleccionar que tengamos delante haciéndonos una entrevista.

  • Aceptarlo y seguir: no hay una fórmula para solucionar esta situación que nos frustra. Se debe pasar y aceptarla. Pero no existe una alternativa a seguir probando, porque no encontrar un puesto de trabajo no puede ser una opción, y debemos continuar hacia adelante.
  • Enfrentarte a la siguiente entrevista o sólo tener la opción del fracaso. Esa mentalidad nos va condenar a un paro de larga duración.
  • Es el momento para cambiar: debemos trabajar la motivación, aunque el momento profesional sea difícil, pues todo se transmite. Por tanto, es una ocasión ideal para reciclar nuestros conocimientos, para actualizarnos y para estudiar qué profesiones de algún mercado emergente que están en estos momentos más demandas. Es definitiva, dónde debemos de centralizar nuestros esfuerzos.
  • Nos dirigimos hacia un mercado laboral globalizado en el que las formas de colaboración con las empresas van ser variopintas, y en esto en lo que tenemos que abrir nuestra mente. Debemos participar en proyectos para diferentes empresas, en equipos remotos, donde cada uno aportamos nuestro granito de arena y nuestro talento. En parados de larga duración todavía se tiene mucha importancia estas vías de colaboración, que les vuelven a poner en el mercado laboral. Existen plataformas que ponen en contacto a empresas con trabajadores, donde se publican los proyectos de las empresas para que posibles proveedores ofrezcan sus servicios. Si somos buenos en algo nos debemos plantear que por qué no buscar plataformas donde ofrecer nuestros servicios para empresas de cualquier parte del mundo.
  • Revisar estrategias: si todo nos ha salido mal quizá debamos revisar ciertos aspectos y acciones. Analizar si hacemos lo que se debe. Quizá estemos actuando de manera correcta, pero tal vez no encajamos en esos puestos en los que estamos empeñados. Si nos rechazan, debemos revisar nuestro comportamiento, cómo planteamos un currículo, si nos adecuamos al mercado laboral,… Plantearnos que estamos ofreciendo a nuestro entrevistador y tratar de cambiar aquello que no funciona.
  • Nos debemos preparar lo mejor posible para el puesto de trabajo. No haya duda de que es ideal para nosotros. Esto tiene que ver con cómo nos reinventándonos. Podemos definir nuestro puesto de trabajo ideal y las capacidades que debemos tener para que esto suceda. Para reducir al máximo nuestra frustración, debemos creer o convencerte de qué, por muy desesperado que estemos para aceptar el puesto de trabajo, tanto el entrevistador como nosotros debemos estar a la par cuando se trate de tomar una decisión. Debemos tener en cuenta que nosotros también tenemos la posibilidad de decir que no nos interesa. Eso nos evitará estar más tiempo del necesario en determinados procesos de selección.
  • Dedicarnos a otra cosa: nos debemos de plantear si en el momento profesional en otro puesto de trabajo nos hubiéramos ofrecido a lo que buscamos ahora. Debemos pensar que existen muchas oportunidades que no son lo todo adecuadas que deben ser. No debemos forzar por muy necesitamos que estemos, porque esto nos generará mucha más frustración. No podemos transformarnos tanto que lleguemos a encontrarnos incómodos.
  • Si enviamos nuestro currículo a determinados puestos de trabajo para los que siempre nos rechazan, deberemos platearnos que quizá podamos trabajar en otras posiciones o en otra cosa, o en otro sector,…

Tras una serie de fracasos en entrevista de trabajo y procesos de selección nos debemos preguntar cómo es posible escoger de manera eficaz las estrategias propias de un discurso a la propia carrera profesional para poder vendernos de una manera adecuada a pesar de todos los reveses que nos den. Para convencernos a un seleccionador en varios minutos hace falta una dedicación previa. Es necesario conocernos bien, saber lo que queremos y lo que la empresa necesita, debemos dominar los cambios y las nuevas tendencias del mercado laboral, estar seguros de que las capacidades profesionales con las que contamos son las adecuadas al puesto de trabajo. Ese trabajo previo de planificación es precisamente lo que nos ayude a ser convincentes sobre lo que podemos aportar al puesto:

  • Debemos tener una gran habilidad para sintetizar y comprender los valores de la empresa. Eso nos llevará a demostrar nuestras aptitudes para el puesto de trabajo.
  • Poder admitir que existen aspectos que desconocemos, pero no debemos de olvidar destacar cuáles son nuestras ventajas competitivas y qué nos diferencia de nuestros competidores.
  • El seleccionador prefiere conocer el por qué nuestro proyecto es algo más que una solución puntual. Comunicar nuestra estrategia a largo plazo.
  • Explicar cómo van a anticipar a las demandas del mercado y cómo conseguir los recursos necesarios para lograr esa anticipación.

 

 

Raúl JaimeRaúl Jaime es profesor en IEBS Business School en varios programas Máster, emprendedor de Empresa Formación y profesional del sector de finanzas. También investiga sobre la creatividad e innovación en la empresa.

 

 

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