Estamos inmersos como es sabido en una de las mayores crisis económicas, por lo menos es lo que se nos transmite todos los días, pero también estamos en una de las mayores crisis de nuestro sistema como sociedad (por lo menos la española), todos los días nos levantamos y acostamos con las mismas o parecidas noticias, y contadas con los dedos de una mano las noticias alentadoras.
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Se nos bombardea por todos sitios con la palabra “emprendedores”, se nos incita a emprender, la palabra de por sí, a quienes nos dirigen hasta les debe producir sensaciones placenteras por el mero hecho de citarla, y que?. No hacen rigurosamente nada por ella, perdón se me olvida una cosa que han hecho, “la ley de emprendedores”, que ni voy a comentarla para no deprimir a nadie.
En España los datos de desempleo son alarmantes, y una de las salidas que se ofrece, es que la gente que sufre la desgracia de estar desempleado se convierta en emprendedor, pero a que estamos jugando?.
Emprender es demasiado serio como para que quienes gobiernan se lo tomen a cachondeo, yo no conozco a nadie que se haya levantado una mañana repentinamente y se haya convertido en un emprendedor y parece que es eso lo que se pretende.
Pues bien, por ese camino no se van a solucionar nuestros problemas de base, el camino debe iniciarse desde nuestra infancia, inculcarnos en las escuelas el arte de emprender, dotarnos desde bien pequeños de formación adecuada a la vida real con la que nos vamos a encontrar.
Ser emprendedor no significa ser inventor de algo, se puede ser un taller, montando un despacho, montando una fábrica, montando infinidad de cosas, pero tal y como está orientada nuestra sociedad no es nada fácil.
Datos como que el 90% de las empresas recién creadas mueren en su primer año son asustadores, y aquí nadie dice nada y lo peor nadie de quien gobierna hace nada (y da igual los colores, no es cuestión de eso), la conclusión que debemos sacar de este dato es muy simple, SOMOS UNA SOCIEDAD NO EMPRENDEDORA, no se nos ha enseñado.
Tuve la suerte de estudiar hace ya más de 20 años en Estados Unidos, y en el primer año de carrera (administración y gestión de empresas), en una de las asignaturas se nos dio un presupuesto ficticio para montar un negocio ficticio y presentarlo al cabo de dos años. Los detalles no interesan, excepto uno, los grupos de trabajo que se formaron recurrieron a trabajos y casos prácticos que en años anteriores ya habían desarrollado, mis compañeros españoles y yo, no pudimos recurrir a nada simplemente porque carecíamos de esa información. Pues bien hoy veinte años después, uno de mis sobrinos (americano de padre y de madre española y que viven en Estados Unidos) con tan solo 10 años ya está en la escuela aprendiendo ejercicios del arte de emprender, aquí en España empiezan a existir algunas escuelas con programas de formación para niños, pero todavía son muy minoritarias.
Entonces mi pregunta es, cuando mi sobrino tenga 30 años y se compare con un chico de 30 años español, cuál de los dos va a estar con ese espíritu más emprendedor? Y no me refiero a quien va a triunfar, porque triunfadores hay en todos los rincones del mundo.
La respuesta es obvia, una sociedad que prepara el futuro de sus generaciones desde la infancia es más probable que tenga éxito que una sociedad en la que se enseña de todo, excepto a ser emprendedores.
No todo está perdido en la batalla de ser emprendedores, ojalá un día se enseñe en nuestras escuelas, de forma generalizada, una asignatura que sea “Emprender” y que solo termine cuando nuestros chicos finalicen sus estudios.
Un saludo a todos.
David Fabrés, es CEO en Locos by Friday, y colaborador en HoyOnline.tv. Escribe para emprendedores en los blogs: Hispanonetworkers donde está publicando 365 recetas para emprendedores, donde cada día publica una y en Networkersmoney.com. Se le puede seguir también también a través de Facebook en RecetasParaEmprendedores.
¡Hola, David!
Coincido contigo en que no se puede ser emprendedor porque sí, porque nos quedamos parados o porque no tenemos otra opción. Sin embargo, creo que para darle una vuelta de hoja a un sistema laboral en el que la relación empleado-patrono se ha deteriorado hasta niveles alarmantes, hace falta que se desarrollen nuevas empresas (aunque sean pequeñas) a las que se les pueda insuflar un modelo de gestión nuevo, diferente y que realmente valore la capacidad profesional de las personas por lo que es.
He escuchado frases como “la empresa se aprovecha de la desesperación de los empleados” para justificar cualquier cantidad de actos innobles.
No estoy de acuerdo que haya que emprender por emprender, porque no se trata de lanzarse a la aventura, pero ante un sistema laboral que no ofrece mayores (ni mejores) opciones, ¿qué se puede hacer?
Hola Joel
Gracias por tus comentarios y totalmente de acuerdo con ellos, ante tu pregunta final que se puede hacer? mi opinión es seguir luchando para entre todos cambiar este sistema, y sobre todo antes de emprender saber si estamos y reunimos las condiciones para ello. 🙂
Pues si, David
Creo que una nueva generación de empresarios, con una mentalidad diferente, sería interesante para darle una vuelta a un sistema deteriorado, pero para ello hace falta mucha formación y entender que las cosas debemos verlas de una manera diferente, no como empleados que se hacen autónomos para ganarse el dinero suficiente para cubrir los gastos del mes, sino como precursores de un mañana mejor, donde las condiciones laborales para nuestros hijos sean más justas.
Te dejo una reflexión que hice acerca del tema 😀
http://www.joelpintoromero.com/2013/01/no-es-lo-mismo-ser-un-emprendedor-que.html
Buenos dias Joel
He visto tu articulo, y enhorabuena por el enfoque que has transmitido, me quedo con su titulo, creo que resume perfectamente todo, la suma de tu punto de vista más este articulo mio creo que es el fiel reflejo de como debe enfocarse una sociedad emprendedora.
🙂